Corro a cuatro patas
por la estepa deshilachada
de mi alfombra.
Martha Riva Palacio, mexicana, nos declama poemas para niñas y niños en esta bellísima obra que versa sobre una niña licántropa, una herbolaria, una niña que siente como todas… cada día.
Es un libro para identificarse, para perderse en sus silencios, para bañarse de luna y de tierra, de estrella y constelaciones.
Vuelves a ser tú,
ahí en la barda del jardín,
y te percatas
del hecho ineludible
de que estás viva.
¡Auuuuuuuu, auuuuuuuuuuu! Aúllan chicas y chicos mientras leemos y caminamos a cuatro patas, hacemos espirales y estallamos en mil estrellas. Y diseñamos nuevas constelaciones y las bautizamos y nos envolvemos en lana y gritamos y hacemos que nos oigan. Atrás y arriba y abajo y a un lado y al otro tenemos una luna gigante que nos enloquece con su magnificencia, esplendor, libertad y grandeza… creamos, confiemos, vivamos. También nos vuelve locas, como las ilustraciones que acompañan cada poema, de la artista Merce López, que realiza un trabajo hermoso entre selva, jaurías, el universo y el universo femenino.
Texto por Liane Daza, promotora de lectura de la Fundación Círculo Abierto